Con relé de conmutación de 220 V, 2,2 kW (máx.) y sensor de agua de refrigeración, de vidrio de borosilicato 3.3, con electrodo doble de platino. En caso de que no haya agua de refrigeración suficiente, el relé desconecta permanentemente la calefacción conectada. Al mismo tiempo se emite una señal de aviso óptico y acústico. La conexión del relé se realiza por medio de la calefacción eléctrica y la conexión del sensor a través del desagüe del conducto de agua de refrigeración (oliva de 10 mm). Longitud del cable de conmutación: 5 m. El detector de agua funciona solo con agua de refrigeración que conduzca la electricidad. |